A principios de marzo de 2020 me bajaba de la montaña rusa que había sido mi experiencia con la visa Working Holiday en Suecia. Decidí visitar amigas en Dinamarca, Alemania y Francia con la idea de descansar y recargar energías antes de mudarme a Dublín, Irlanda.
Pero luego de una semana el mundo cambió. Mientras viajaba a Alemania me enteraba de como el COVID-19 se iba expandiendo y ese mismo día se declaraba la pandemia. Como consecuencia, empezaron las restricciones en varios países, incluyendo Alemania. Pero estaba tranquila porque tenía planeado quedarme 3 meses. Fui postergando mi llegada a Irlanda, el tiempo fue pasando y quedé varada por 7 meses en Alemania!
El cierre de fronteras no sólo me afectaba porque no pudiese mudarme a Irlanda sino que además mi visa Working Holiday de Irlanda estaba en Argentina. La odisea para lograr que mi visa llegue a mis manos, la he compartido acá. Una vez que tuve mi visa conmigo, comenzó la planificación de mi mudanza a Dublín, Irlanda. Además, debía irme de Alemania antes del 30 de septiembre (día que se terminaba la extensión para las personas varadas ahí).
El amigo del amigo de un amigo
Mudarse a un nuevo país puede generar mucho miedo. Pero a pesar de ser bastante miedosa, siempre que me mudé a un nuevo país, me emocionaba la idea de sumergirme en una cultura distinta a la mía, ansiaba con coleccionar nuevas experiencias y conocer otras historias. Pero esta vez fue distinto, tenía más miedo que nunca! A tal punto que una amiga me regaló un taller para liberar esa emoción y funcionó! La mayor de mis preocupaciones era tener dificultades para conseguir trabajo en medio de una pandemia.
Hablando con un amigo sobre esto, me pasó el contacto de un amigo de él que había vivido en Irlanda. Hablé con él y como estaba muy preocupada por la situación laboral, me pasó el contacto de 2 amigos de él que estaban viviendo en Dublín.
Para mi sorpresa, ambos vivían y trabajaban juntos. Uno de ellos me ofreció quedarme en su casa unos días hasta que encuentre un lugar para mudarme. Para ese entonces, quienes llegaban a Irlanda desde Alemania no debían hacer cuarentena pero la situación tuvo un giro de 180 grados a 2 días de llegar a Dublín.
Días antes de llegar a Irlanda ya tenía acordado ir a ver habitaciones para el mismo día que llegase y al día siguiente. Pero tuve que cancelarlas debido a que tenía que hacer restricciones de movimientos por 14 días (casi cuarentena) en cuanto ponga un pie en Irlanda. Afortunadamente, quien me había ofrecido alojamiento, no tuvo inconvenientes en que me quede en su casa esos días.
Emigrar en pandemia
Había llegado el día! Finalmente, mi visa Working Holiday de Irlanda y yo, nos íbamos a Dublín! Pero la salida desde el aeropuerto de Hamburgo, Alemania fue más estresante de lo esperado. Fui con 3 horas antes de mi vuelo, creyendo que tardaría mucho por la incremento de controles pero los inconvenientes empezaron desde el check-in hasta poder abordar mi avión a Dublín.

Desde el momento en que el personal del check-in de Ryanair vió mi visa Working Holiday de Irlanda, empezaron a dudar sobre su validez. Me cuestionaron absolutamente todo! Que la foto no cumple los requisitos, que la visa parecía que la había escrito yo, que el sello parecía una fotocopia, que no debería estar plastificada, que necesitaba una tarjeta de residencia y la mejor de todas: que tenía que decirle a la Embajada de Irlanda en Argentina que las visas no se hacen así! Mostré mails que al estar en español, lo tuvo que traducir una española para corroborar que lo que decía era cierto. No fue suficiente porque no decía que mi visa estaba aprobada. Les ofrecí que llamasen a la embajada pero les advertí que probablemente estuviese cerrada ya que en Argentina aún seguía en confinamiento. Me mantuve firme en todo momento sabiendo que la documentación que tenía era válida y era motivo suficiente para viajar a Irlanda y me dejaron pasar.
En seguridad se detuvieron a escanear en detalle cada bulto que pasé por la cinta mecánica. Hicieron pruebas y me dejaron pasar. Si creí que podía respirar tranquila, estaba equivocada, me tocaba un tercer round con los agentes de Migraciones.
Más allá de los controles migratorios debido a la pandemia, Irlanda no es parte de Schengen, por lo tanto, al salir de Alemania, tenía que si o si pasar por Migraciones. Porque no hay 2 sin 3, los agentes alemanes no me la dejaron fácil pero estaba dispuesta a pelearla hasta subirme al avión. Parecía que el agente ignoraba que había gente que se había quedado varada debido al cierre de fronteras. Me hizo varias preguntas y me pidió la tarjeta de residencia de Alemania porque no encontraba mi último sello de entrada a Schengen. Le indiqué donde estaba, le mostré mi tarjeta de residencia de Suecia, los decretos alemanes que habilitaban a las personas varadas a quedarse en Alemania hasta el 30 de septiembre sin necesidad de realizar ningún trámite y los e-mails que confirmaba esto. Ni los vió y me devolvió el pasaporte. Con todos esos obstáculos, llegué con los tiempos casi justos para poder embarcar pero ya podía estar tranquila.

Foto: Cinthia de Crecí Viajando.
No les entiendo pero son divinos!
Al llegar al aeropuerto de Dublín experimenté eso que tanto había leído y escuchado sobre los irlandeses: tener la sensación de no saber inglés, sin importar cuantos años hayas estudiado y vivido en ese idioma! Porque ni bien llegué tuve un mal entendido con el agente de Migraciones pero después de repetirme 3 veces (porque no entendía su acento) si “me parecía una buena idea trabajar en un país extranjero en medio de una pandemia”. Le contesté que tenía que salir de Alemania y sólo tenía permiso de residencia para Irlanda. Me pidió mi visa Working Holiday de Irlanda y pasaporte. Lo selló y me fui a tomar mi bus. A pesar de que todo estaba bien señalizado, estaba desorientada. Por suerte, unos irlandeses me ayudaron sobre qué bus debía tomar. Hasta me ayudaron cuando me quedé sin internet en el celular ni me podía conectar al wifi del bus para poder llegar a destino.
Creía que mi vida sería más fácil en Irlanda, después de años de vivir en países donde a duras penas podía hablar el idioma local. Ilusa! El inglés y acento irlandés es algo de otro mundo! Pero son tan amables que hasta te repiten las cosas sin drama hasta que les entiendas!

Vivir en Dublín es un poco particular
Ni bien llegué a la casa donde me quedaría las siguientes 2 semanas, dejé mis cosas y salí a comprar un juego de sábanas completo, incluyendo el acolchado y la almohada. Sí, es muy probable que tengas que tener tus propias sábanas! Lo mismo con las toallas porque es probable que no haya toallas extras para vos. De paso hice todas las compras necesarias para abastecerme para las 2 semanas que debía restringir mis movimientos. Así que mi primer día en Irlanda había sido muy movido y muy agotador pero podría estar tranquila por 2 semanas.
Podés ver otras curiosidades de las casas en Irlanda haciendo click aquí.
Quien dice 2 semanas, dice 1 mes
A los 2 días de llegar Irlanda, me ofrecieron quedarme un mes más para poder encontrar trabajo y alojamiento más tranquila. Con esta noticia y después de unos 7 meses de estrés, pude relajarme de tal manera que después de mucho tiempo, pude dormir como un bebé. Pero también al saber que me quedaría en la casa más de lo que hubiese esperado, re acomodé mi habitación para sentirme más cómoda.

Good timing para mi tarjeta de residencia
Debido a que tenía que restringir mis movimientos, tenía prohibido hacer cualquier trámite mis primeros 14 días en Irlanda. Aun así, pude conseguir un turno para sacar mi tarjeta de residencia al poco tiempo de terminar mi período de restricción de movimientos. El mismo día que conseguí el turno, me llamaron para una entrevista laboral. Sentía que de a poco, las cosas estaban tomando forma.
El mismo día que tramité mi tarjeta de residencia, tuve mi primera entrevista laboral y profesional en Irlanda, fui a ver una habitación y el gobierno anunciaba que en 3 días todo el país entraba en Nivel 5 hasta diciembre. Esto significa que estaríamos en un confinamiento casi total. Lejos de sentirme mal, comencé a reconocer lo afortunada que era. Porque llegué a tiempo para hacer el primer y único trámite presencial que necesitaba para luego poder trabajar.
Búsqueda laboral
Aunque ya venía buscando trabajo desde un mes antes de llegar a Irlanda, recién estando en Dublín fue cuando empecé a tener entrevistas: presenciales, telefónicas y por videollamada.
Mi primera entrevista de trabajo en Irlanda fue gracias a un contacto. La misma fue para un estudio jurídico contable. En la entrevista, me enteré que en realidad no había una vacante para mí pero querían conocerme por si surgía en el futuro algún puesto acorde a mi perfil. Si bien nunca más me contactaron, está bueno saber que mi CV llamaba la atención como para ser llamada a una entrevista laboral profesional. La última vez que había tenido una entrevista profesional había sido en Suecia.
Si bien me sentía agradecida y afortunada por como todo iba fluyendo en mis primeras semanas en Irlanda, no olvidaba de que estábamos en confinamiento casi total. Eso hacía que mi preocupación de encontrar trabajo lo antes posible, aumentará.
En Irlanda, especialmente en grandes ciudades como Dublín, la oferta laboral ha sido muy amplia durante los últimos años. De hecho, es donde mucha gente llega con el objetivo de crecer profesionalmente.
Pero con la pandemia la situación había cambiado mucho. Incluso encontré Dublín más apagada en comparación a cuando había venido como turista en 2018. Creo que es porque los pubs estaban cerrados y hay uno a cada paso! Al estar la mayoría de los comercios, restaurantes y hoteles cerrados, las posibilidades de encontrar trabajo no profesional eran considerablemente bajas.
Aun así, todos los días, luego de mi caminata por algún parque, volvía a casa a buscar trabajo y no paraba hasta que no hubiese visto todos los portales laborales. Gracias a eso, empecé a tener varias entrevistas.
Después de ver que no estaba teniendo resultados en la búsqueda laboral profesional. Se me ocurrió hacer un curso de barista ya que veía que los cafés seguían abiertos y había mucha gente consumiendo café. Además, en los avisos en las cafeterías se suele pedir experiencia y conocimiento en el rubro.

Particularidades de Dublín en lockdown
Durante las primeras semanas en Dublín, tuve el cumpleaños de uno de mis flatmates. Fuimos a un gastropub y no sólo me sorprendí por las restricciones sino también por lo caro que era! De hecho me había costado más cara la bebida que la comida. Además, por estar en pandemia y con restricciones, el tiempo máximo que se podía, en ese entonces, ocupar una mesa en restaurantes y gastropubs era entre 1:30 y 2 horas.
Por otro lado, me dijeron que en Dublín, después de las 12 de la noche no hay transporte público, incluso los fines de semana. En ese momento empecé a extrañar mi bici, que la considero como una extensión de mi cuerpo y la había dejado en Suecia. Decidí comprar una en cuanto tuviese trabajo.
Primer Halloween y en pandemia
Al llegar a Irlanda cerca de Halloween, pude ver Dublín decorada para la ocasión! Había casas que se habían esmerado un montón con las decoraciones! Algunas hasta daban miedo! A pocos pasos me daba cuenta que era la primera vez que vivía en una ciudad que festejase Halloween. Bueno, Halloween tiene origen irlandés. Estaba en el mejor lugar para experimentarlo!

Aun así, debido a la pandemia y las restricciones en Irlanda, no hubo el clásico “Trick or Treat” donde las/os niñas/os recorren el barrio en busca de golosinas y dulces. Aunque si hubo gente que trató de seguir con la tradición de alguna manera. Y eso pasó donde vivía en ese momento!
Decoración para Halloween de la puerta de mi habitación.
Foto: Cinthia de Crecí Viajando.Decoración del living de casa para Halloween hecha por mi flatmate.
Foto: Cinthia de Crecí Viajando.
A pesar de las restricciones pude festejar por primera vez Halloween. Fotos: Cinthia de Crecí Viajando.
Como en casa había una nena, la madre decidió que cada habitación representara una casa para el “Trick or Treat”. Lo genial es que nos disfrazamos para la ocasión y me re divertí con esta tradición que jamás había experimentado! Más teniendo en cuenta que lo viví porque había una menor en casa sino creo que probablemente no hubiese podido. También me sorprendió la cantidad de fuegos artificiales durante la noche de Halloween, parecía que fuese Fin de Año! Además, esa misma noche hubo luna llena azul!
Muy metida en el personaje!
Foto: Cinthia de Crecí Viajando.Decoración en casa para Halloween.
Foto: Cinthia de Crecí Viajando.
Cursos para aumentar la búsqueda laboral
Al día siguiente de Halloween, hice el curso de barista que me había recomendado uno de mis flatmates. Además de que veía que seguían abriendo cafés, aun en confinamiento, en las entrevistas laborales que había tenido hasta el momento, elegían a alguien que tuviese residencia permanente o experiencia laboral reciente. Así que empecé a inclinarme a buscar trabajo no profesional.
A los pocos días, hice cursos para obtener las certificaciones que piden en prácticamente todos los lugares donde se manipula comida. Los 2 cursos que hice fueron en una agencia reclutadora que además te ofrece contrato laboral y la carta que necesitas para el PPSN. La misma semana que hice esos cursos, había conseguido un trabajo fulltime.
Primer trabajo
El trabajo era para una hamburguesería que iba a abrir en pocos días y lo conseguí gracias a mi flatmate. Reconozco que tenía dudas sobre las condiciones de trabajo y más sobre mi futuro jefe. Las cláusulas del contrato laboral me llamaban la atención, especialmente porque me pedía exclusividad. Me llamó la atención porque en otra cláusula decía que podían reducirme las horas de trabajo pero no podía tener otro trabajo. A toda la gente que consulté me dijeron que no me preocupase. Pero no lograba entender porque para un puesto de trabajo no profesional te piden exclusividad. Acepté pero seguiría buscando trabajo ya que no estaba tranquila con esas condiciones que no creía que me beneficiasen.
Desde el comienzo noté que había problemas de comunicación y no justamente por el idioma o acento (el dueño era sudafricano) sino una cuestión de actitud o choque cultural. Duré una semana pero pude cumplir mi objetivo: obtener una oferta laboral para aplicar al PPSN (Personal Public Service Number), el número de seguridad social que es vital para cualquier trámite en Irlanda. Para obtener este número, necesitas un motivo y uno de ellos es tener una oferta laboral.
Al momento de terminar mi relación laboral, el dueño me insinuó pagarme en negro diciendome que obtendría más dinero si no pagaba impuestos, lo cual no acepté. Algo que no le gustó pero me mantuve firme. Más allá de lo que piense al respecto, en caso de quedarme sin trabajo por la pandemia, si no pagaba impuestos, no podría acceder al subsidio del gobierno debido al COVID-19.
Esa misma semana que me quedé sin trabajo, conseguí 4 entrevistas laborales (una telefónica, otra por videollamada y 2 presenciales). En cada una de ellas fue una ventaja haber hecho el curso de barista y obtuve 3 ofertas laborales. Así que quedaba en mí elegir que propuesta aceptar.
La primera propuesta laboral era para un hotel de 5 estrellas con contrato permanente, la segunda en un restaurante con contrato permanente y la tercera, en un hotel de 5 estrellas con contrato sólo por 5 semanas.
Acepté la última. ¿Por qué? Porque en el restaurante me pedían que me comunicara con la manager en cuanto tenga mi PPSN, algo que para ese momento aún no tenía. Durante la entrevista en el primer hotel no supieron decirme en detalle las condiciones laborales, mandé e-mails a RRHH y a cuenta gotas respondieron mis consultas. En cambio, en el otro hotel, a los 15 minutos de haber terminado la entrevista me llamaron para confirmarme que el puesto era mío y me enviaron todos los detalles sobre la contratación y la oferta laboral. Me pareció más profesional y me dió una buena corazonada aceptar esa propuesta, a pesar de que fuese temporal. Con el tiempo me di cuenta que había tomado una de las mejores decisiones en los últimos meses y voy a contar el motivo más adelante.
Trabajando en Dublín
En diciembre, Irlanda flexibilizó un montón las restricciones y empecé a trabajar en el restaurante del hotel. Luego de 9 meses sin trabajar (la semana en la hamburguesería para mi ni cuenta) volví a un ritmo de trabajo bastante exhaustivo. Lo bueno era que las primeras horas de trabajo se pasaban volando pero después me costaba mucho estar parada. Especialmente por el calzado, que me estaba lastimando los pies. Durante mi primera semana, sufrí como nunca dolor en los pies. Una compañera de trabajo me regaló un par de zapatos pero por alguna razón, mi pie creció y mi número de calzado ahora es uno más. Ese fue el motivo por el cual tuve que comprarme nuevos zapatos para el trabajo y empecé a estar más cómoda.
Mis tareas básicamente eran preparar y servir las bebidas calientes en el desayuno y almuerzo. Además de pulir la valija y restockear lo que necesitábamos en el sector de bebidas. Ocasionalmente, servía comida.
Las ventajas de este trabajo era que te proveen y lavan el uniforme, tenes comedor donde podes elegir para desayunar y almorzar, parking para la bici, en los cambiadores hay lockers, espejos con aumento y duchas. También limpiador y pulidor de calzado, pues… hotel 5 estrellas.
Debido a la pandemia, cuando ingreso y salgo del hotel debo lavarme las manos en un lugar destinado para eso, hacer check-in/out en donde también me toman la temperatura. En caso de tener más de 37,5 de temperatura tengo que llamar al doctor del hotel para que me diga que debo hacer pero ese día no puedo trabajar.
Todo venía bien pero debido al aumento de casos de infectados con el COVID-19, el gobierno irlandés decidió volver al nivel 5 desde la tarde del 24 de diciembre. Por lo tanto, el restaurante del hotel sólo estaría habilitado para los huéspedes, es decir, habría mucho menos trabajo. Para ese entonces aún no tenía mi PPSN y era un gran inconveniente en caso de quedarme sin trabajo debido a las nuevas restricciones. Le consulté a mi jefe que pasaría con quienes estábamos bajo contrato temporal y me respondió que me despreocupara porque en caso de que no me renovaran podría acceder al subsidio del gobierno. Pero le aclaré que necesitaba tener el PPSN para eso y quedó en averiguar para el día siguiente.
Al volver del trabajo, vi que Papa Noel pasó por casa y me trajo mi PPSN! Así que estuve más tranquila y se lo comenté a mi jefe. Finalmente, trabajamos en el hotel hasta el 27 de diciembre y el 31 de diciembre Irlanda entró en full lockdown que en principio sería por un mes.

Foto: Cinthia de Crecí Viajando.
Búsqueda habitacional
Mientras buscaba trabajo, al mismo tiempo iba a ver habitaciones para mudarme. Empecé a ver habitaciones en cuanto terminé mi restricción de movimientos de 2 semanas.
Siempre se dijo que en Dublín primero conseguís trabajo y luego alojamiento, debido a la poca oferta habitacional. Esto era así en pre-pandemia. Pero debido al COVID-19, mucha gente volvió a su país de origen ya que podía trabajar remotamente y también hubo casos de personas que se quedaron sin trabajo. Como consecuencia, la oferta habitacional creció y hasta bajaron los precios! Dublín es cara y en mi opinión, incluso más que Copenhague! Pero lo más caro es el alquiler. Así que en cuanto al alojamiento, había llegado a Dublín en un momento ideal.
Al principio estaba abierta a mudarme a cualquier rincón de Irlanda ya que iría a donde consiguiera trabajo. Así que hubo un momento en el que consideré hacer volver a hacer voluntariados a través de workaway. Hasta tuve un par de videollamadas, una de ellas fue con una persona que necesitaba que le cuiden el perro. Pero finalmente, me quedé en Dublín.
Al seguir buscando alojamiento, debido al contexto y luego de las experiencias de convivencia que tuve en Alemania y Suecia, decidí que esta vez iba a ser más exigente respecto a las condiciones de alojamiento. Por lo tanto, si el lugar no cumplía mis condiciones y/o mi intuición me decía que por ahí no era, seguiría buscando hasta encontrar el lugar que se adecue a lo que buscaba en una casa.
Aun así, ya sea porque aún no tenía trabajo y luego tuve que ir al dentista (que sale lo mismo que un mes de alquiler), extendí mi estadía en la casa a la que había llegado, donde originalmente me iba a quedar un par de días terminé viviendo casi 4 meses.
Hogar dulce hogar!
Después de meses de buscar alojamiento parecía que finalmente los planetas se habían alineado. Porque (contra todo pronóstico) me habían renovado el contrato en el hotel, me habían devuelto parte de los impuestos de Irlanda y había encontrado una casa que cumplía con todo lo que buscaba y para mi sorpresa, más de lo que esperaba!
Por empezar, la casa está cerca del centro, la habitación es en-suite, es decir, que tengo baño privado conectada a la habitación. Es lo suficientemente grande para poder hacer yoga, tengo espacio para un escritorio ya que desde que había llegado a Dublín alternaba entre el piso, la cama, un puff y estar parada. Es luminosa y la adapté para sentirme como en casa. Además, mis flatmates son irlandeses, lo cual hace que enriquezca un montón mi estadía en Irlanda porque aprendo sobre el país gracias a ellos!

Foto: Cinthia de Crecí Viajando.
Tanto en relación a lo habitacional y laboral, mejor no podía estar!
Renovación de contrato laboral en pleno lockdown!
Como comenté antes, debido al lockdown dejé de trabajar antes de que termine mi contrato.
Ante tanta incertidumbre, el mismo día que terminé de trabajar, apliqué al subsidio del gobierno pero nunca fue aprobado pero luego me di cuenta que no era necesario.
También había comentado que me habían renovado el contrato en el hotel y me pasaron de sector. Días antes de que terminase mi contrato temporal, debía tener una entrevista con quien sería mi nuevo jefe pero luego me explicaron que como estaban satisfechos como había trabajado durante diciembre que no sería necesario y el puesto sería mío.
Por lo tanto, fue cuestión de firmar un nuevo contrato y listo. Para ese entonces, la carga horaria se redujo un montón y pasaría a trabajar una vez cada dos semanas. Aun así, sin importar si trabajaba o no, cobraría lo mismo ya que obtendría el subsidio del gobierno a través de mi empleador.
La realidad es que los últimos meses no trabajé pero seguí cobrando mi sueldo/subsidio. Por primera vez obtenía ingresos sin trabajar, lo cual hizo que tenga los sentimientos encontrados ya que trabajé desde los 14 años y después de mucho tiempo empecé a recibir un subsidio debido a la pandemia. Pero por otro lado, pude dedicarme completamente a mí y a lo que tanto disfruto hacer, que es este proyecto: Crecí Viajando!
Afortunada y agradecida
Mis primeros 6 meses en Dublín han sido de lo más positivo en muchos aspectos:
La fortuna que tener un lugar donde quedarme para las primeras 2 semanas de restricción de movimientos, que me hayan ofrecido extender mi estadía allí y pagar un alquiler ridículamente barato. Esto fue relevante para mí ya que no obtuve un trabajo seguro hasta luego de 2 meses de haber llegado a Irlanda.
Haber absorbido todos los consejos de la gente que conocí desde que llegué a Irlanda, incluso de seguidores/as de Crecí Viajando. Si fuiste una de esas personas: Muchas Gracias!
Haber podido experimentar por primera vez, y a pesar de las restricciones de la pandemia, Halloween en su lugar de origen!
Haber vivido San Patricio en una Irlanda en tiempos de pandemia es definitivamente muy distinta a lo que había visto en fotos y videos previos al COVID-19, pero aun así me gustó ver la ciudad teñida de verde!
Haber obtenido entrevistas laborales profesionales, a pesar de no haber quedado en ninguno de esos trabajos, fue positivo saber que mi experiencia y educación era relevante como para ser llamada para una entrevista.
Poder elegir entre las ofertas laborales y permitirme seguir mi intuición, algo que por no hacerlo en el pasado me hizo pasar momentos bastante difíciles y estresantes.
También me permití ser exigente en cuanto a mis condiciones a la hora de buscar alojamiento. Y sorprendentemente, obtuve más de lo que esperaba, especialmente por la amabilidad y buena onda de mis flatmates!
Reconfirmar que la gente de Irlanda es super amable y siempre está predispuesta a ayudarte. Ni hablar de que entienden que su acento o las maneras de hablar son muy distintas a las que podes estar acostumbrada/o.
Estar agradecida de que a pesar de no trabajar, poder tener tranquilidad económica gracias al subsidio del gobierno debido a la pandemia. Quienes emigramos con las visas Working Holiday no tenemos estos beneficios, aun así, Irlanda está subsidiando a todas las personas que se vieron afectadas por las restricciones (y cumplan con ciertas condiciones).
Por último, pero no por eso un aspecto menor, poder haberme dedicado en los últimos meses a tiempo completo a Crecí Viajando, es uno de mis proyectos más importante en mi vida. A pesar de que muchas veces me ha costado y hasta he dudado de seguir adelante con él, hoy estoy muy contenta de todos los cambios y avances que he hecho y los que se vienen!

Espero que este artículo te haya ayudado para planificar tu estadía en Irlanda!
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Siii clarísimo muchas gracias!!
Hola Cinthia!! Cómo estás?! Leí tu blog sobre Irlanda y me encantó. Como viajo la semana que viene a Dublin aparecieron algunas dudas que quería sacarme. En qué lugares buscaste alojamiento y cómo evito las tan famosas estafas? Y qué plataformas me recomendarías para buscar trabajo? Mi preocupación y ansiedad se dispararon esta semana. Te agradezco mucho lo que escribís y el tiempo que invertis en contar tus experiencias! Muchas gracias!! Cami
Hola Camila!
Me alegro que te guste lo que comparto sobre Irlanda! Por el momento no escribí artículos sobre Irlanda pero si hice un vivo en referencia a buscar alojamiento: https://www.instagram.com/tv/CNgI3RonX4K/?utm_source=ig_web_copy_link. Por otro lado, te dejo un articulo que escribí de Cómo evitar estafas al alquilar en Europa: ¿Cómo evitar estafas al alquilar en Europa? También te recomiendo el Vivo Situación laboral en Irlanda en Coronatimes
Espero ayudarte con la información que te compartí!
Exitos en tu llegada a Irlanda!
Saludos,
Cinthia